Si algo caracteriza al siglo XXI es el cambio de etapa que estamos viviendo en todos los ámbitos sociales. Cambios, nuevos paradigmas y una sociedad en constante evolución, donde las reglas del juego han cambiado y la adaptación juega un papel fundamental.

En lo que respecta al mercado formativo y laboral, aunque avanza lentamente en nuestro país, han evolucionado notablemente si lo comparamos con la situación que vivían hace 30 años. Pero aún así todavía queda mucho por hacer, muchas asignaturas pendientes para conseguir que Universidad y Empresa caminen en la misma dirección. 

Uno de los cambios más destacados de este nuevo siglo es la tipología y duración de los contratos. La idea de conseguir un empleo fijo y seguro es algo obsoleto actualmente, siendo un concepto del siglo XX. La tendencia es claramente lo contrario, la temporalidad en los trabajos ha ganado mucho peso en nuestro país. Además, junto a la temporalidad, lo que también ha crecido en los últimos años son los contratos en prácticas.

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