La transformación digital está marcando el mercado. Las empresas han de adaptarse a una nueva era en la que la digitalización y la ciberseguridad son esenciales

Lluís Cucarella habla sobre la transformación digital en empresasLluís Cucarella es uno de los mayores especialistas en transformación digital en medios de comunicación en España. Con más de 25 años de experiencia en la industria periodística, tanto en ediciones empresas como online. Ha sido director de transformación digital y subdirector general de Prensa Ibérica Digital; director de contenidos onle en una decena de periódicos españoles. Actualmente es CEO de la consultora Next Idea Media, dedicada a la transformación digital de medios de comunicación y al marketing 4.0 para empresas, director de Medialab Press España. Así como, fundador y director de Revista Estrategia para empresarios y directivos.

Cucarella es uno de los ponentes en el Primer Encuentro de Delegados de Protección de Datos. Donde tratará el tema de la transformación digital en empresas, donde la protección de datos juega un papel esencial ante la digitalización del mercado.

Lluís Cucarella nos habla del proceso de transformación digital en las empresas españolas. Cuáles son las claves de éste proceso y cómo están afrontando el cambio las compañías.

Cada vez se escucha más el término transformación digital, pero ¿qué significa?

La transformación digital es la adaptación de toda la cultura y las estrategias de una empresa a la nueva realidad causada por la irrupción de lo digital en la sociedad. Es cierto que muchos llevan la transformación digital al área que le es más cercana: tecnología, marketing…, pero la transformación digital es un proceso global que obliga a revisar cómo estamos afrontando los nuevos hábitos de la sociedad y si estamos usando todas las herramientas a nuestro alcance.

La transformación digital es, por ejemplo, situar al cliente en el centro de todos los procesos; es entender y plasmar una estrategia que tenga en cuenta las nuevas reglas de lo digital, la intermediación, la economía de la atención, la omnicanalidad, la necesidad de tenerlo todo pronto…. Sí, también es adaptarse a las nuevas tecnologías digitales y con ella ayudar a crear nuevos procesos de negocios, o modificarlos, pero, como digo, va más allá de la tecnología. Es un proceso cultural. Esta reimaginación de los negocios en la era digital es la transformación digital.

Madrid celebra el Primer Encuentro de DPD¿Cuál es el nivel de digitalización de las empresas españolas?

Hay algunas empresas que puntúan muy alto en cómo han afrontado la transformación digital, pero son algunas de las empresas más poderosas del país y, sobre todo, aquellas con un fuerte componente tecnológico. Pero por desgracia, al grueso de las empresas españolas, las pymes, están bastante atrasadas, con honrosas excepciones, en esta adaptación a la sociedad digital. No ha ayudado mucho la forma en que se ha mareado a las pymes, desde distintos ámbitos, bombardeándolas con ideas que en realidad no son transformación digital, sino propuestas de empresas tradicionales que vendían paquetes de transformación digital como antes vendían software para contabilidad.

Otros venden tecnología que no sirve a las pymes, o que no es la que necesitan; muchos coach se han convertido en gurús de la transformación digital de empresas; otros, más que transformación digital, venden doctrina, la misma para todos, los mismos procesos de transformación digital sea un concesionario o una clínica dental, y no hay un camino idéntico para todas las empresas; cada una debe, con ayuda, saber encontrar el suyo. Algunas empresas han logrado reinventar su negocio y están incluso obteniendo beneficios de áreas que antes no eran de su core. Pero otras, mal asesoradas, han estropeado áreas de negocio que eran rentables y que había que reforzar y adaptar, pero no cambiar radicalmente.

Transformación digital no trata de arrasar con todo lo de antes, valga o no valga. Entre todos se ha desconcertado tanto a las pymes que en muchos casos han pensado que era un proceso tan difícil que ponía en riesgo la propia supervivencia de la empresa. Afortunadamente, también hay excelentes profesionales y empresas que se dedican a la transformación digital y cuyos resultados son notorios, porque van sin doctrinas ni con cuatro ideas aprendidas y les avala una experiencia de muchos años en consultoría o asesoramiento empresarial.

¿Qué impacto está teniendo la rápida irrupción de las nuevas tecnologías en la protección de datos?

La transformación digital implica hacer una auditoría de todas las fuentes a través de las cuales obtenemos datos, tanto de  nuestros clientes, esto es, datos externos, como de nosotros mismos. Esos datos hay que tratarlos, sistematizarlos, dotarlos de coherencia, estructurarlos, traspasarlos a valores contables en la medida de lo posible.

Tenemos más datos que nunca gracias a la digitalización y eso nos permite conocer mucho mejor a nuestros clientes y a nosotros mismos, pero tiene la contrapartida de que hay que protegerlos, porque, entre otros factores, esos mismos datos que nos permiten crecer como empresa al detectar nuevas oportunidades, pueden hundirnos si no los cuidamos, porque, a pesar de que se diga lo contrario, el uso que de los datos hacemos sí preocupa mucho a las personas.

Una fuga de datos, por culpa de fallos en la protección, puede hacernos perder el trabajo de años, porque nuestros clientes se van. Y esto es algo que diría que compete a cualquier trabajador. La capacitación continua para mejorar el conocimiento de  las nuevas reglas sobre datos es vital.

Vas a estar como ponente invitado en el Primer Encuentro de Delegados de Protección de Datos que se celebra en Madrid el próximo 30 de marzo. ¿Qué tema vas a tratar?

Vamos a dar una visión de cuáles son en este momento las tendencias en transformación digital, pero desde una óptica realista, pegada al tejido empresarial español, cercana a las pymes, a los bufetes de abogados, etc.,  con algunos apuntes de casos de éxito. Será algo didáctico y breve, que podremos ampliar posteriormente en el debate.